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Una es por comodidad: Pereza intelectual. Mucha gente no se ha detenido siquiera a pensar en la posibilidad de que existan habitantes en otros planetas. Simplemente viven su vida día a día, trabajan y no les interesa aprender nada más que aquello necesario para su trabajo.  No tienen que ver, ni escuchar, ni mantener o fundamentar una creencia. Simplemente no creen, entonces, no hay para qué preocuparse por eso.

 

Por miedo: Si no creo que existan los seres interplanetarios, no tendré que temer que un día aparezcan en mi patio o en mi dormitorio, y me secuestren quién sabe adónde ni quién sabe qué de cosas me harían.   Les provoca temor pensar siquiera en esa posibilidad.  Esta posición se debe a la campaña de desinformación que durante muchos años ha bombardeado la opinión pública, a las películas que presentan a los seres de otros planetas como invasores, come gente, crueles y a quienes les atañen las peores características.  Al no creer en ellos, se excluye el temor al riesgo…entonces, nada de eso me puede pasar.

Falta de información: Nunca han leído sobre vida extraterrestre ni avistamientos de naves desconocidas, mucho menos que hayan caído en ninguna parte de la Tierra.  No se han enterado de investigadores serios y psiquiatras que estudian los secuestros hechos por extraterrestres, ni que haya personas que se denominan contactados, que reciben mensajes de estos seres.  Piensan que todo eso son inventos de “mentes calenturientas”.  Talvez acaso lo único que han oído acerca de los extraterrestres es que sean unos marcianitos verdes que se ven en las películas, pero que son pura ficción.

Religión: Aunque todas las religiones del mundo hablan que sus orígenes están en seres que vinieron del espacio, de las estrellas, del cielo, y crearon al hombre, les dieron reglas para vivir, les enseñaron a usar herramientas, a labrar la tierra y otros conocimientos, la gente ha sido psicológicamente controlada para ignorar esa parte relativa al origen de sus creencias. Las religiones cristianas enseñan que es ir en contra de Dios pensar que hay seres en otros mundos.  “Ya Dios hizo al hombre en la Tierra, no puede haber nadie mas en ningún otro planeta”.   Nos llenamos de soberbia creyendo que Dios solo pensó en nosotros y en nadie más.  Se dice que Dios es omnipotente, que todo lo puede, pero limitamos esa capacidad creadora con un pobre concepto humano que restringe a lo que nosotros podemos creer que Él hizo.  Para nosotros, Dios crea solo lo que le permitimos crear, y ciertamente criaturas de extraña apariencia venidas de planetas lejanos, no está en nuestra mente.

 

Incredulidad o escepticismo: Con la afirmación: “creeré en los extraterrestres cuando aterricen en mi patio”, se obstinan en no aceptar los millones de testimonios de personas y la abundante evidencia que se ha recabado hasta la fecha.

Fotografías, vídeos, dibujos prehistóricos, suelos calcinados donde han visto naves espaciales posadas; piel quemada por radiación y minúsculos implantes que transmiten señales de radio a receptores desconocidos y que han sido extraídos del cuerpo de gente que alegan haber sido secuestrados por ellos y no recuerdan cómo llegaron esos objetos a su cuerpo, no son suficientes para convencerlos de que solo somos una parte mas del universo y que puede haber y de hecho hay vida en otros planetas y que nos han acompañado por miles de años, durante toda la historia de la humanidad.

El hombre cree lo que quiere creer y rechaza su permanente convivencia con seres vivos )bacterias por ejemplo) sin haberlas visto nunca. Igual acepta la electricidad, las ondas de radio, el magnetismo y la fuerza de gravedad, sin que se le hagan demostraciones de su existencia en su patio.

Científicos: Muchas personas dicen ser de pensamiento científico, y que al ser hechos “no probados”, simplemente no pueden creer en ellos.  Así como antes dijeron que no era posible que un objeto mas pesado que el aire pudiera elevarse por los cielos, hasta que vieron un avión despegar, así dicen que no puede haber vida en otros planetas, ni pueden viajar las grandes distancias entre los mundos.  Hay todavía muchas leyes de la física por descubrir.

Mientras tanto, miles de personas que se enfrentan a la realidad de un contacto con seres de otros planetas, ya sea por haber visto personalmente naves espaciales frente a sus ojos, de diseños no conocidos por nuestra aviación; por haber sido secuestrados por seres extraños; que tienen un contacto conciente con seres no humanos, de elevada espiritualidad; gente que presencia luces extrañas, muy blancas y brillantes por las noches.  Que se ha despertado en mitad de la noche completamente paralizados en sus camas y que ven frente a ellos seres delgados que los observan con grandes ojos negros almendrados y que les causan un inmenso terror; gente que adquiere capacidades paranormales luego de estas experiencias, como la telepatía, la premonición, la sanación, entre otras, y muchas otras experiencias, viven sin poder contar a nadie lo que les está pasando, simplemente por temor a ser tachados de locos, mentirosos o poseídos por el demonio.