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Decidí titular justamente éste artículo como “El Síndrome OVNI” en honor a ésta aplastantemente brillante obra del Dr. Fernando Jiménez del Oso llamada con el mismo nombre de ediciones Luciérnaga, para hacer un breve repaso por algunas de las grandes verdades encerradas en esas 213 exquisitas páginas de dicho título.
Un Síndrome es, definición textual, un conjunto de fenómenos que concurren unos con otros y que caracterizan una determinada situación. En Psiquiatría se define como un conjunto de síntomas que se presentan juntos y son característicos de una enfermedad o de un cuadro patológico determinado provocado, en ocasiones, por la concurrencia de más de una enfermedad.
Y este que el Dr. Jiménez del Oso, en su condición de psiquiatra egresado de la Universidad Complutense de Madrid (licenciado en Medicina y Cirugía), a través de su dilatada carrera como difusor e investigador del misterio y el enigma, nos da una buena bofetada de razonamiento y buen sentido crítico respecto al tema ya pisoteado de los Ovninautas y su comportamiento, así como los contactados, por demás materia prima para fabulas y cuentos fantásticos de ciencia ficción urbana...
La Mística inicia con el ya popular caso “Adamski”, George Adamski, uno de los primeros publicitados y vehementemente privilegiados, en tener una conversación frontal con un ocupante de un OVNI, allá por el 20 de noviembre de 1952 en el desierto de Arizona, en su relato Flying Saucers Have Landed -Desmond Leslie & George Adamski, nuestro contactado hace uso del detalle para narrar su aventura primeriza en los mundos de los llamados Contactee. Pero hay un detalle que ha pasado casi desapercibido para el público en general y cuyo peso o tonelaje debería decir, en el tema hoy en 2018, cobra vital importancia…
1 humnoid nordi venusiEn su relato Adamksi narra como durante su conversación con el ser con características masculinas fue atropelladamente a señas; Jiménez del Oso menciona lo siguiente al respecto: “Fueron necesarios varios ensayos hasta conseguir formar mentalmente imágenes simples de aquello que quería preguntar, método éste que permitió una especie de diálogo entre ambos”.
Ahora bien en el inicio de ese diálogo entre ambos, Adamski y el Ovninauta, en base a señas y dibujos en la Arena del desierto, Adamski logra inferir que el ser proviene de un “planeta” cuya órbita está en un segundo cuadrante con respecto a su sol, en ningún momento el tripulante menciona la palabra Venus, es más bien Adamski el que lo interpola y es así que nace la idea de que éste ser viene del planeta Venus, es muy probable que el ser señalara esa órbita en términos comparativos solamente, aludiendo al origen de su especie. de hecho él solamente se limitó a asentir, negar o sonreír como reconoce Adamski en su obra. Hilarantemente, como menciona Del Oso, la actitud del tripulante estaba más en la línea del “Sí hombre lo que tu digas”.
De éste atropellado, interesante, y hasta preocupante detalle, podemos sonsacar muchísimo y concluir por demás mucho de lo que pasa en la ola de contactados actuales; o personas que dicen tener alguna información dictaminada por ésto seres a la postre inferidos como “Extraterrestres”o para usar un término más culturalizado y de moda: “Hermanos Mayores”.
Muchas de nuestras construcciones culturales dentro del marco OVNI tal y como lo concebimos hoy en dia año 2018, pueden estar simplemente basadas en conjeturas de encuentros de personas que obviaron detalles como ese en décadas pasadas, posiblemente sin ninguna mala intención en un inicio, pero como dice el dicho “de buenas intenciones está hecho el camino a los infiernos”. Posiblemente (obviando claro está la contraparte científica) NO existen seres humanoides en el planeta Venus, pero éste garrafal error ha degenerado en décadas de creencias (con base en el relato Adamski) que vienen en son de paz, de Venus , preocupados por los ensayos nucleares de la postguerra.
Recordemos que somos un producto-persona de paradigmas, preconceptos y comparaciones hechas a lo largo de nuestras vidas, la cultura NO escapa a tal desdichado suceso y justamente, hoy por hoy, el fenómeno OVNI es una cultura, un fenómeno social, cultural emergente, hurtando palabras del investigador y escritor peruano norteamericano Renato Longato.
Por un lado tenemos personas que ciertamente tienen, y han tenido sus encuentros de manera fortuita con algún tripulante de éstos objetos, por otro tenemos personas que mantienen su encuentros en el transcurso del tiempo, extrapolando claro está pruebas de testimonios, testigos de los encuentros, fotografías o videos de los objetos, experiencias físicas, etc. Pero también tenemos una ingente cantidad de personas que aseguran “recibir”, “canalizar”, “transcribir” en nombre de éstas entidades mensajes o informaciones con tintes pseudocientíficos o místicos-para darle dramatismo, sin siquiera dar algún tipo de prueba testimonial, física, o de sentido crítico.
Palabras como “energía”, “cuántico”, “Vibración”, ”“chakra”, “portal”, “matrix”, y un largo etc adornan los supuestos mensajes parroquiales de éstas personas, cuyo origen supuesto extraterrestre, inundan las redes sociales, grupos de facebook, whatsapp, y ni que hablar de mensajes con imágenes visualmente cautivadoras del espacio del telescopio espacial Hubble (para adornar) editadas como video en Youtube, con voces de “loquendo”, o en su defecto de un narrador con voz prominente…
Aquí hay algo que no cuadra, para cualquier investigador serio en la llamada ufología clásica, no me refiero a investigadores de Mouse, sino a la persona reflexiva y con alto sentido crítico, se ha sabido que la hipótesis extraterrestre es sólo una pequeña porción de las opiniones vertidas a lo largo de más de 70 años de investigación de la era moderna del fenómeno, aunque sin necesidad de descartarla, podemos decir que la lógica humana no aplica precisamente al actuar de los ufonautas, y como hemos dicho hasta la saciedad en otros artículos, el fenómeno se niega a sí mismo, y raya en lo absurdo en su comportamiento primordial, haciendo precisamente que NO sea reconocido por la ciencia oficial.
Es un hecho, el ser humano mismo es parte del fenómeno OVNI, haciendo uso del célebre principio de incertidumbre de Heisenberg, no podemos pretender ser testigos de un fenómeno a todas luces de comportamiento anormal, sin ser nuestro juicio parte del mismo. Eso debemos tener siempre presente, y es lo que pocas de éstas personas, que tratan de unificar la concepción espiritual de la existencia del hombre y las intenciones de los tripulantes de los OVNIs han olvidado. Parecen perder el sentido crítico a lo largo del viaje dentro del OVNI de tuercas y tornillos…
En palabras del Dr. Del Oso: “No era extraordinario que durante un brote esquizofrénico, algún paciente incluyese en su delirio a los extraterrestres, de hecho los psiquiatras sabemos bien, que el contenido de los delirios guarda una relación directa con los mitos manejados por la sociedad correspondiente. Muchos de éstos delirios tienen un carácter místico y el paciente incluye en ellos a la virgen, jesucristo, y cualquier personaje del panteón religioso de turno, de la misma manera que incluiría a Zeus si hubiera vivido en la antigua Grecia. Pues bien desde hace unos años, parte de esos delirios místicos, han sustituido los elementos clásicamente religiosos por otros decididamente extraterrestres(...)”
Sumado a éstas interesantes y bien conocidas conclusiones de la investigación de Jiménez del Oso, pero también de muchos otros excelentes investigadores, puedo aportar que estamos viviendo una mutación ahora mismo en el inicio del siglo XXI de esos elementos; pasando de elementos extraterrestres a elementos pseudo científicos y tecnológicos.
Es un hecho que el vocabulario de los ocupantes de los OVNIs va variando de acuerdo a nuestra época(y hasta la forma de los llamados OVNIS-ver artículo aparte), según parece también nuestra percepción del mismo, y es asi que ésta “sopa contactista” va llenándose de ingredientes, algunos más agrios que otros.
Nuestra inercia social, cultural nos está llevando metódicamente hacia un acantilado muy peligroso, en todos los ámbitos, pero tal vez el peor, es la pérdida del razonamiento y de el discernimiento de lo que es y no es cierto.
En palabras del astrofísico y divulgador científico Neil Degrasse Tyson “no puedes simplemente creer o no en que E=MC2, o creer o no en que la tierra sea esférica, son verdades que simplemente están ahí creas o no no ellas, como la propia ciencia”, sucede lo mismo en todos los ámbitos, y paradójicamente (porque la ciencia aún no lo oficializó) también al fenómeno OVNI como tal.Adamski
Mientras los ufólogos clásicos se especializan en refrentar la validez de tal o cual fotografía, se han olvidado del asunto en cuestión, que es justamente la neocultura ufológica que se ha creado por décadas, una revolución silenciosa alimentada por la falta de seguridad y confianza en los sistemas de creencias ya caducos, creando pseudo cultos, filosofías nueva eristas, y nuevos sistemas de creencias cada vez más sincretistas, resultando en algo que sabiamente Jiménez del Oso llamaba El Síndrome OVNI.
Es imposible resumir en un artículo web lo que engloba El Síndrome OVNI, pero en éstas líneas de reflexión he tratado.
La otra cara de la moneda, los otros contactados como los llama Del Oso, son los que cierran el presente artículo. Ciertamente no podemos dejar por fuera aquellas personas que, en silencio y con un razonamiento consciente, sin pretender sobresalir, con un perfil muy bajo y certero, tienen su experiencia con inteligencias y un fenómeno cada vez más creciente y complejo como nosotros mismos. No soy escéptico repito, yo mismo he experimentado el Síndrome OVNI en parte, pero en mi caso, el raciocinio me ha dado grandísimas satisfacciones y la oportunidad de abrirme a la ciencia y otras posibilidades aún más fascinantes, que solo están dentro de la psiquis humana.
Estos “Otros” contactados son los que han sido de mi interés en los últimos años, cito un caso dado por Del Oso en su obra: “F.C. es una persona normal que conserva el sentido crítico necesario para no sentirse un “elegido”, incluso duda si lo que le sucede es algo real o una broma de su inconsciente(...).Mientras algunos de los contactados son empujados a una misión “evangelizadora”, otros esperan pacientemente el momento en que su misión les sea revelada. Sin embargo lo realmente frecuente es que no haya misión alguna y que el contacto sea simplemente eso: el establecimiento de una relación sin una finalidad secundaria, al menos evidente”
Tal y como expone el Dr. Fernando Jiménez Del Oso, éste tipo de sintomatología o patología “cósmica”, en muchos de los casos hace perder el sentido común y la criticidad, pero no es así en todos ellos.
Yo mismo en Costa Rica he tenido la oportunidad de conversar con personas, que a todas luces tienen sus experiencias físicamente con éstas inteligencias, algunas de ellas con un muy bajo perfil, algunas me comparten eventualmente alguna fotografía de manera anónima, algunas otras simplemente solo quieren conversar sin necesidad de exponerse en la redes bajo el cuento de “compartir por el bien de la experiencia”, no toman su experiencia como un apostolado, simplemente viven una especie de amistad para con el fenómeno, como creo yo, debe ser. A éstas personas las veo como el futuro del contactismo, como les comentaba anteriormente, de manera silenciosa, y es así que el llamado Síndrome OVNI quedaría curado a un plazo generacional inteligentemente planeado, aún no sabiendo por quién o quienes.