Extraño OVNI grabado en San Joaquín de Flores, diciembre 2023

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El objeto fue grabado en video el día 3 de diciembre.

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Enigmas y la difusión OVNI en Costa Rica

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Dado que nuestra página y grupo se han hecho grande a través del tiempo en Costa Rica, y muchos me han cuestionado últimamente, decidí escribir un poco sobre quiénes somos y por qué hacemos lo que hacemos….

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OVNIs y pilotos en Costa Rica

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Algunas anécdotas de pilotos volando en Costa Rica.

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Posible encuentro con reptiloide en Costa Rica

replEncuentros con humanoides son comundes dentro de la casuística OVNI y contactista a nivel global, Costa Rica no es ajena a esa realidad, aunque los testimonios de interés son pocos, éste en particular por sus características llama la atención.

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Esferas OVNi sobre Tibás, San José, abril 20-2023

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El avistamiento sobresale por las condiciones de las tomas y los testigos.

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¿Vuelven los OVNis a Paso llano-Heredia?

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Aunque ya habíamos publicado notas referentes a este famoso lugar de contacto con lo desconocido, hace tiempo la actividad estaba digamos “apagada”, hasta ahora.

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 Tim Sullivan | Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. Agencia AP Él recuerda la oscuridad del bosque de pinos, las huellas en el suelo y su terror cuando la criatura comenzó a aullar. Recuerda las historias de su infancia, de una bestia que merodeaba las cúspides de las montañas, de cómo el miedo se apoderaba de la aldeas cada vez que era visto. En un remoto reino montañoso que se resistió al mundo moderno tantos años como pudo, el anciano recuerda un tiempo cuando el Yeti era parte de la vida normal.

“La criatura siempre ha existido allí, y aún existe”, dice Sonam Dorji, de 77 años, sentado en el piso de madera de su pequeña casa. Es una fría mañana en los Himalayas, y el hombre se calienta junto a una estufa de leña. El olor de pino encendido llena la habitación. Si uno camina por los senderos ancestrales, incluso hoy, hay buenas probabilidades de que se lo vaya a encontrar”. Su yerno, que escucha las historias del viejo, se mofa desde el otro lado de la habitación. Tshering Sithar tiene 39 años y trabaja como operador de una retroexcavadora en la pavimentación de caminos, en esta aldea que hasta hace poco solo podía ser alcanzada a pie. “¿Qué puedo decir?”, pregunta con una risa burlona. “No hay nada en el bosque. Cualquier persona educada lo sabe”. Muchas creencias tradicionales siguen profundamente arraigadas en esta remota nación himalaya, desde la astrología hasta la veneración de los sacerdotes budistas. Pero el monstruo que camina por las montañas está cada vez más olvidado, y ese vínculo con el pasado es visto como una señal de ignorancia. “No podemos vivir hoy como vivíamos en el siglo XVII o el XVIII”, dice Khandu Wangchuck, ministro de finanzas de Bután. ¿Y el Yeti ? Wangchuck se toma una pausa. “Pienso que la mayoría de la gente sabe que se trata de una leyenda”. Pero, ¿qué significa cuando cosas aceptadas como hechos se convierten en mero folclor?, ¿cuando una creencia que ayudó a unir una tierra es relegada al mito? ¿Qué pasa con la cultura que creyó en ella? ¿Y cómo puede un país que apenas llegó hace unos años al siglo XX arreglárselas en el mundo globalizado?

 Un mito

En el Occidente, criaturas similares al Yeti desde hace tiempo son consideradas mitos. El Abominable Hombre de las Nieves es algo salido de un episodio de Scooby-Doo , o parte de la última película de momias de Hollywood. Para la ciencia, la idea del Sasquatch o Pie Grande es poco más que una broma. Pero en los Himalayas la bestia fue considerada algo real, conocido durante generaciones en áreas desde el Tíbet a Pakistán. Para Bután, un país apenas notado por el resto del mundo, el Yeti se convirtió en mucho más. En una nación que atisbaba nerviosamente a la modernidad, la poderosa bestia montañosa fue celebrada públicamente, convirtiéndose en un talismán contra la modernización vertiginosa y un recuerdo de las tradiciones. Historias sobre sus viajes eran contadas por el rey y altos funcionarios del Gobierno. El Santuario de Fauna y Flora Sakteng, un enorme parque nacional, fue creado en parte como lugar para proteger al Yeti . Incluso, una vez que Bután finalmente creó un sistema postal, emitió estampillas que honraban un animal que la ciencia afirma no existe. Hasta finales de los sesenta, Bhután se había aislado completamente durante siglos, protegida por los Himalayas, para vivir como siempre lo había hecho: con una vida marcada por los ciclos de cosecha, el budismo, las pequeñas ciudades estado al estilo feudal y la reverencia por la monarquía. No tenía caminos pavimentados, red eléctrica, ni moneda. Carecía de sistema postal o de teléfonos y aeropuertos. El comercio dependía del trueque. El turismo estaba prohibido.Nacion.com Solo después de que China invadió el Tíbet, el rey decretó que su país no estaría aislado más. Al inicio, los cambios llegaron muy lentamente. No hubo caminos pavimentados hasta 1963. Para finales de los noventa, sin embargo, las cosas se habían acelerado. La televisión y el Internet arribaron en 1999, la red de carreteras creció, y la red de electricidad floreció. Aunque el turismo sigue siendo altamente restringido, 20.000 turistas llegaron el año pasado, casi 10 veces más que en 1991. En una nación en la que los reyes tenían poder absoluto, las elecciones democráticas de marzo pasado trajeron una nueva generación de políticos. Bután es un lugar en el que casi todo el mundo nació en una aldea, pero pocas personas ven futuro en ser campesino. En Thimphu, la cada vez más atestada capital, uno puede encontrar de todo, desde majestuosos palacios reales a microscópicos embotellamientos de tránsito . En las noches de fin de semana, jóvenes aburridos y desempleados se hacen trifulcas en las afueras de clubes de baile. De repente, Bután ha llegado a una incómoda encrucijada. Es un tiempo en el que el dinamismo de la modernidad choca regularmente con sus trampas. Es un tiempo en el que las tasas de mortalidad infantil se están desplomando, el delito crece y la educación universitaria no es ya solamente un sueño. Un tiempo en el que el Yeti es cada vez menos bienvenido.

 De cuento

Nadie sabe cuándo nació la leyenda. En el año 79, el erudito romano Plinio el Viejo describió inmensos animales himalayos con cuerpos similares a los humanos. Manuscritos chinos del siglo VII mencionan criaturas peludas similares al Yeti . Las versiones cambian de región en región a través de Asia –eran carnívoros en algunos lugares, herbívoros en otras–. Algunas cosas coinciden: Era alto, melenudo y muy fuerte. Vivió sobre todo en las altas montañas y evitó a la gente. Solamente un puñado de pastores de yacs dice haberlo visto con regularidad, pero todos sabían que estaba ahí afuera allí y le temían. En Bután, la mayoría de la gente lo llama el migoi –hombre fuerte–; los occidentales, en cambio, lo conocen como el Yeti –nombre derivado de la palabra tibetana para “oso”– y ha acaparado su imaginación desde los primeros avistamientos a mediados del siglo XX. En sus cuentos alrededor de las hogueras, los montañeses trajeron historias de huellas extrañas en la nieve y animales caminando en dos piernas. Los altos Himalayas están entre las regiones más aisladas del mundo. ¿Puede algo ocultarse durante siglos entre sus riscos? Algunas historias dicen que sí.