Pero en ello estoy. Y espero averiguar la verdad. He aquí la breve, pero estremecedora historia de esta secuencia fotográfica, suponiendo -claro está- que el autor dijera la verdad.
La mañana del 31 de julio de 1952, alrededor de las nueve y media, el italiano Giampiero Monguzzi, empleado en la Societá Edison, se encontraba en compañía de su esposa en el Cherchen, un glaciar del macizo del Bernina. Disfrutaban de un día de campo...
El competente investigador Perego relata así el caso, directamente investigado por él:
"... Monguzzi vio aproximarse de pronto, y aterrizar a un centenar de metros sobre el borde de un valle inmediato, un objeto con clara forma de disco o platillo.
"El italiano hubiera deseado acercarse de inmediato, pero su mujer, aterrorizada, le suplicó que no se alejara de ella. Monguzzi disparó entonces dos fotografías. Fue entonces cuando vio salir del ovni a un ser, enteramente cubierto con una especie de traje espacial. El equipo de vuelo aparecía totalmente hinchado de aire y con una "mochila" a la espalda, de la que sobresalía una antena. 

Las dos tomas en las que se observa el humanoide.
"Los testigos observaron que también del disco salía otra antena. El "piloto" dio entonces una vuelta completa alrededor del platillo volante, como si lo estuviera examinando.
"Monguzzi aprovechó el momento y disparó otras tres fotos del supuesto humanoide y la nave.
"Después, el objeto se elevó y desapareció. El afortunado testigo hizo dos últimas fotos del platillo, mientras se alejaba." Las dos últimas tomas obtenidas por Monguzzi
Tras revelar él mismo la película, comprendió que tenía en sus manos uno de los más sensacionales documentos de la historia de la Humanidad: ¡un ser del espacio, enfundado en su traje de "cosmonauta"!...
Y ofreció su trabajo a algunos periódicos y agencias de noticias, que llegaron a ofrecer cifras fabulosas por la compra de los negativos. Sin embargo, la secuencia era tan extraordinaria que muy pronto surgieron las dudas y suspicacias. Y el asunto continuó así durante mucho tiempo. Monguzzi, al fin, aceptó las condiciones del semanal Epoca, con la secreta esperanza de hacerse famoso.
Pero, muy al contrario de lo que podía imaginar el italiano, las reacciones fueron muy negativas. Y la polémica estalló una vez más. Aquello acarreó serios problemas a Monguzzi, que perdió su empleo durante casi dos años, como consecuencia de los comentarios de los reporteros del citado semanario.
Estos habían afirmado que las fotos de Monguzzi sólo eran "estupendos fotomontajes". Pero el caso sigue abierto. Los negativos, analizados con detenimiento, no han demostrado manipulación alguna, aunque -como decía al principio- la propia espectacularidad de las imágenes ha hecho pensar a investigadores y estudiosos que "allí había algo raro". Gráfico realizado por el mayor Colman Vonkeviczky, director de ICUFON:
1, posición frontal del fotógrafo;
2, perspectiva lateral: a partir de los 6 metros, la cámara enfocaba "infinito", por lo que ICUFON calculó la distancia a que se encontraba el ovni: 60 a 70 metros;
 3, datos meteorológicos.
Si algún día llega a demostrarse la autenticidad de la secuencia del glaciar del Bernina, la presencia de seres extraterrestres en nuestro mundo habrá dejado de ser una especulación.Fuentes
 www.planetabenitez.com