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Los grupos de contacto OVNI en Costa Rica

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Los llamados “grupos de contacto OVNI” fueron tónica y tuvieron su auge en los 90s en suelo tico.

Se me hace complicado recordar cuando fue mi primer encuentro con un grupo de estos en Costa Rica, me parece que fue en 1996, en ésa época “el fin del mundo estaba cerca”.

Había todo un mundillo de agrupaciones en torno a temas místicos, esotéricos, sectas, cultos, y obviamente sobre el tema que viene al artículo, el contactismo OVNI.

La sola idea de un grupo y reunirse con personas a discutir un tema en común, cualquiera que éste sea, es ya de por sí, gratificante para muchos y un edulcorante mental.

En los 90s sin embargo había un empuje sociocultural extra  por la llegada del fin del milenio, la masificación de los computadores de escritorio y la inminente llegada del internet.

Para terminar de poner la cereza del pastel, había un interés auténtico y serio por el tema en los medios de comunicación (dentro de sus límites claro), y los avistamientos de Objetos en los cielos ticos jugaban el rol de una especie de “publicidad galáctica”.

Los antecedentes de los grupos contactistas datan de los años 50 en realidad, iniciando con el célebre contactado George Adamski en California, en el hemisferio occidental, sin embargo la base ramificada de éstos grupos surge en occidente originalmente en los grupos de médiums de la época victoriana en Europa, desde que se llevaban a cabo sesiones de espírita, o espiritistas entre los pudientes de esas épocas, obviamente cuando sobrevino la era contactista, a los llamados contactados no les quedó más remedio que satisfacer el voraz instinto de la necesidad de ¨saber¨ por parte de los interesados y en no pocos casos, el instinto de llenarse los bolsillos…

Más tarde con la llegada del esoterismo a nuestro hemisferio en todas sus corrientes filosóficas, no se tardaría mucho en degenerar ésto en otras corrientes y nuevas subfilosofías, que porsupuesto, llevarían a la necesidad de reunirse.

Autores como Rubén Cedeño, Conny Méndez y otros con sus libros,  impulsaron sin querer agrupaciones en Costa Rica que, luego me daría cuenta, no tenían una estructura de desarrollo, pero las personas necesitaban unirse para digerir los temas,  y ésta unión y reunión daba como resultado una especie de ensalada mística al calor de las relaciones temáticas que se daban entre “Mensajes de maestros ascendidos”, “Mensajes de contactados extraterrestres”, tintes de movimientos esotéricos como la Orden Rosacruz, El Movimientos Gnóstico de Samael Aum Weor, La sociedad Hermética, Los Masones, etc.

Todo ellos era un verdadero caldo cultivo para un verdadero sincretismo de corrientes, filosofías, misticismo, y contactismo en latinoamérica en general , del cual Costa Rica no se salvó…

Los primeros grupos a los que toqué puerta eran más bien filosofía metafísica, con tintes mesiánicos con un intercalado “contactismo” y mediumnidad, de toda esa barra buffet filosófica me quedé con el contactismo y el fenómeno OVNI, tema que me había interesado aproximadamente desde 1992.

Las reuniones usualmente se realizaban en casas de habitación, y en algunas ocasiones locales alquilados por los miembros o prestados, y podían ir desde 2 hasta varias horas de duración, intercalando tertulias, prácticas y teoría.

Noté algo, muchas de las personas que se involucraron en éstos grupos, de primera instancia metafísicos o místicos, eran personas con muchos problemas emocionales, familiares y hasta económicos, que buscaban solucionar, ahí noté el primer defecto en el proceso, pues más que ser mejores seres humanos, lo que buscaban eran soluciones, y no necesariamente una cosa lleva a la otra. 

Volviendo al tema, luego de unos años, reuniones, salidas y actividades con éstos grupos pasé de lleno al mundillo contactista, me involucré con lo que en ese momento era “lo que quedaba” de la Misión Rahma (originada en el Perú), y su dirigente en Costa Rica en ese momento el Sr. Elias Muñoz Calvo. Para esa época se organizaban eventos masivos de difusión de la temática llamados Congresos, ni lerdo ni perezoso me sumergí en su organización y las agrupaciones y colaboré activamente, mi sed no se saciaba.

Más detalles de los congresos en el siguiente enlace:

https://enigma-tico.com/fenomeno-ovni/articulos-ovni-costa-rica-y-el-mundo/988-los-congresos-ovni-en-costa-rica-cronica-de-eventos

Ya en ese momento funcionaban grupos de contacto en Costa Rica activamente como Grupo INEMIS (Instituto Nacional de Estudios Misticos) en San Isidro de El General y San José, con los cuales estuve aproximadamente 2 años en reuniones con don Erick Lunc-con ellos si observé un planeamiento y estructura muy interesante y bien pensada, y grupo GAMMA, cuyos integrantes habían ya pasado por Misión Rahma y mantuve algunas conversaciones interesantes con uno de sus miembros ya fallecido, el estimable Gerardo Mena (QEPD). http://grupogammacostarica.org/

Reuniones, eventos, conferencias iban y venían, sin embargo como acotaba antes en el artículo, era para mí común observar que en la mayoría de los grupos hechos y desechos no había un proceso de desarrollo contínuo o una planeación.

Los grupos se armaban luego de cada evento o congreso, para luego morir con el tiempo como flores de un día, ésto yo lo atribuía a varias razones:

  1. Falta de planeación. A pesar de que existían algunos programas y actividades planeadas (como el caso de la guía de prácticas de Misión Rahma), muchas veces había desviación de los temas y mezcla enervante de los mismos con otras filosofías.
  2. Falta de Interés y experiencia. Curiosamente, a falta de experiencias de carácter físico dentro de las actividades como las salidas al campo abierto, la desmotivación hacía mella en las personas, terminando en desinterés. Parece que al final no había tal contacto y solamente terminaba siendo aquello un club social.
  3. Sesgo cognitivo, muchas de éstas personas buscaban soluciones a sus problemas, fabricando un sistema de creencias poco objetivas, lo que llevaba a crear un enorme sesgo hundido en un mar de informaciones (mensajes, canalizaciones, oraciones, meditaciones, etc)que sólo acentuaban lo que ya se creía, más no se cuestionaba mucho la veracidad de nada de los expuesto. Una prueba de ese sesgo es precisamente que los grupos terminaran desintegrándose siempre, justificándose en que era hora de “expandirse”, “trabajar por nuestra cuenta”, o “irradiar” lo aprendido al resto de la humanidad, en general excusas bastante absurdas para no caer en desperdicio.
  4. Indisciplina. En nuestro países latinos, la puntualidad y la disciplina no es un fuerte en las habilidades blandas, lo que desembocaba en un desorden en grupos numerosos, especialmente cuando se necesitaba un sentido de responsabilidad para cumplir con un prototipo de programa, como sí existía en el caso de INEMIS y Misión Rahma.
  5. Factores socio culturales. Era usual ver el fenómeno de las cabezas calientes y sedientas de información e interés al inicio de los grupos, pero una pérdida total de interés con el tiempo, ésto es un factor cultural muy común en nuestra comunidad latina, se podría traducir como falta de perseverancia y tenacidad,  volviendo a lo de antes, carencia de habilidades blandas y cualidades. Pero también a las mismas falencias de los sistemas de desarrollo o programas que existían en los grupos.


A pesar de todo ello, cuando salía con los grupos de metafísica y los grupos de contacto (INEMIS y Rahma), siempre pude sentir una atmósfera agradable de positividad, y algunas veces, curiosamente tuvimos maravillosas experiencias algunas físicas ( avistamientos de objetos anómalos en el cielo) y otras de tipo mental o sensitivo (visualizaciones, sueños, percepciones, etc).

Una pausa lúgubre a finales de los 90 e inicios de los 2 mil sobrevino sobre los grupos, todo parecía haberse enfriado y quedado en el olvido, probablemente dejando atrás la fiebre del “fin del mundo”.

Por el 2005 me involucré con un pequeño grupo Rahma, éramos 3 parejas, reuniéndonos durante unos meses y haciendo esporádicas salidas al campo, logramos algunos avistamientos de objetos NO identificados en lugares específicos, físicamente,  siguiendo los lineamientos aprendidos antes de Misión Rahma, pues ya todos habíamos pasado años antes por el proceso de las prácticas de meditación, visualización creativa, proyección mental, etc.

Por motivos que no viene al caso mencionar el grupo se dispersó, pausé el involucrarme en grupos, pues analizando los puntos antes expuestos reflexioné que definitivamente nuestra cultura creaba un muro casi infranqueable para el desarrollo de éstos grupos.

Durante todos esos años de hacer y deshacer grupos, ser participante e instructor, ser espectador y practicante, particularmente me deja un sabor agrio en la boca el saber que aunque se puede, se hace harto difícil para las personas generalmente ponerse de acuerdo en un objetivo en concreto.


Por supuesto la época tiene mucho que ver, no era lo mismo en aquel entonces donde las reuniones se maduraban planeando por teléfono, o más antes por carta incluso, se hacían en casas o locales, los materiales eran brochures o folletos de copias, stencils, y las charlas se hacían con cartulinas o diapositivas si era muy “moderno”; que ahora con la masificación del mundo digital en la palma de la mano a un click de distancia, justamente este fenómeno ha incidido en el confinamiento y el desacierto de las agrupaciones y la facilidad instantánea, creando una conformidad y una pereza mental sin precedentes, pero ese es tema de otro artículo.

 Actualmente no hay grupos activos en Costa Rica, y aunque los hubiera, pienso que un posible miembro debería de pasar por varios filtros antes de involucrarse en ellos, no por ser elitistas o algo similar, sino por vaciar precisamente esos vicios culturales que enumeraba antes en el presente artículo, como lo son la curiosidad vana de ver si “algo se ve”, la indisciplina, la irresponsabilidad, el sesgo cognitivo, el misticismo banal y edulcorado y la falta de pensamiento crítico. De lo contrario, el error de “formar” grupos seguiría perpetuandose, peligrosamente dejando a las personas en un sesgo peor que antes.

Lamentablemente en el 95% de los casos se terminaba en una especie de pseudoculto platillista, como muchos investigadores han llamado a éstos grupos, que por cierto pulularon bastante, y se estimado que sólo en Costa Rica pasaron por ellos unas 30 mil personas en los 90.

Es jocoso ver como en los grupos de facebook, y páginas relacionadas a la temática las personas buscan agruparse sin saber que, en efecto para bien o para mal, lidiar con las inconsistencias de la gente no es sencillo, nada sencillo, y que “hacer una salida” al campo abierto requiere dejar en la casa toda curiosidad, el ego y los complejos de inferioridad, que por cierto están muy a flor de piel hoy en día.

En internet se promocionan cientos de videos y tutoriales de protocolos CE5, que popularizara el Dr Steven Greer desde hace unos años, mediante seminarios y conferencias al respecto. Son una verdadera ensalada de meditación, visualización creativa, ejercicios de relajación, New age, desarrollo de capacidades extrasensoriales (si es que las hay), que como en todo, requieren una palabra “mágica” para abrir la puerta: disciplina.


Es muy lógico que lo primero que motive las personas a formar estos grupos sea la curiosidad disfrazada de sed de conocimiento, pero precisamente esa sed mal encauzada es lo que sobra. Estuve y coordiné toda clase de grupos, algunos solo duraron una sola reunión, otros algunos meses, otros algunos años, siempre en torno al tema del contactismo; con toda clase de personas y clases sociales y culturales y la moraleja que queda es simple: es difícil para nuestra especie ponerse de acuerdo.

Referencias:

http://linealibreblog.blogspot.com/2017/07/alexis-astua-chacon-ufologia.html