Hace algunos años tuve una pequeña discusión con mi madre y mi abuela acerca de los grupos de personas con los que me involucraba en ese momento. Ellas se preocupaban porque no me fuera a suceder nada malo, mas yo no cabía en mi mismo de felicidad por haber encontrado aquello que en el momento me llenaba.
Me encontraba en una soleada y tropical playa de Costa Rica, después de varios años de no tomar vacaciones con mi familia, reflexionando con mi esposa sobre el papel del elemento de la vida fuera del planeta y el inminente cambio climatico que se cierne sobre nuestro mundo, extrapolando claro la polemica de si fuera o no provocado o acelerado por la presencia humana.
Las premoniciones, una realidad de nuestra mente Por Gilda Aburto ¿Puede nuestra mente viajar en el tiempo, hacia atrás y hacia adelante? ¿Tenemos acaso mas de los cinco sentidos que nos enseñaron en la escuela? ¿Podemos “ver” cosas que aún están por suceder? A través de la historia se han conocido casos de personas con el don de ver el futuro, ya sea en forma conciente o por medio de sueños premonitorios.
“CLAMA A MI Y YO TE RESPONDERE Y TE ENSEÑARE COSAS GRANDES Y OCULTAS QUE TU NO CONOCES”
--JEREMIAS 33,3—
Parece que fue ayer cuando se repetía incesantemente el numero 33 en mis quehaceres diarios, en ese momento (segunda mitad de los 90´s), no tenia conocimiento en lo mas mínimo de lo que eso conllevaba ni entendía como afectaba mis acciones. Como muchos, hasta llegue a pensar que me estaba volviendo paranoico o que estaba perdiendo el juicio, apenas rondaba los 23 años de edad.
Cuando salgo a mediodia a la calle generalmente nuestro astro Rey, el Sol de Ors, se avalanza incesante y despiadado sobre mi piel no dando tregua a la desprotección y la fuerte radiación emitida por su energia. Esto es estando a millones de kilómetros del mismo. No puedo tan siquiera imaginar como sera sentir una onda expansiva con una fuerza de varios miles de Kilotones (toneladas de explosivos TNT) calcinándote todo tu cuerpo, justamente lo que pudo haber sentido un habitante de las ciudades de Hiroshima o Nagasaki a finales de la segunda guerra mundial, pero eso era solo el principio…
El 13 de mayo de 2007 fue un domingo soleado. Era mi primer día de trabajo para la organización conservacionista Fondo Mundial para la Naturaleza, mejor conocida por las siglas WWF, de su nombre en inglés World Willdlife Fund.