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Visitantes inesperados I PARTE

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El fenomeno de la Abduccion

abduccion extraterrestres

“Existían entonces los gigantes en la Tierra, y también después, cuando los hijos de Dios se unieron con las hijas de los hombres y les engendraron hijos. Esos son los héroes famosos muy de antiguo.” (Génesis 6, 4).

Siempre que charlo con alguna persona Neofita en cuanto al tema OVNI o Extraterrestre en General, la conversación se va por otros derroteros un tanto engorrosos a la hora de describir el panorama general de la situación, por cuanto mi interlocutor empieza a cuestionarme sobre los llamados casos de Raptos, secuestros, experimentos o Abducciones.

Es muy probable que pasen muchos años, decadas incluso, para que el grueso de la población mundial logre borrar de su subconsciente la conceptualizacion que tiene de los habitantes de otros mundos, desde su aspecto hasta sus intenciones para con las supuestas visitas al nuestro.
Haciendo un recuento historico, es en los años 30 y 40 del pasado siglo (con la popularizacion de la Radio como medio de comunicación masivo) que se inicia todo una construccion de los conceptos o arquetipos que tenemos en general la población sobre los llamados extraterrestres, alienigenas o seres de otros mundos o dimensiones. La anécdota de “La Guerra de los Mundos” de la novela del mismo nombre de H.G.Wells popularizada en la radio es un claro ejemplo de ello, es alli donde  inicia todo…
Sin embargo, con la masificacion  del Cine en los 40, se empezaria a darle forma a esos “seres” que siempre han estado en la mente colectiva de una u otra manera.
La progresiva puesta en escena de argumentos de Invasión, destruccion, confrontación entre “ellos” y nosotros, y otras manifestaciones de formas de vida agenas a la Tierra, desembocan en la decada de los 50 en películas que resaltan la llamada experimentación sobre seres humanos, secuestros por parte de los ya populares Platillos Voladores. Al tiempo que nacia la Ufologia tradicional con investigadores de la talla del Dr Allen Hynek o Antonio Rivera, dandole una connotación seria al llamado Fenómeno OVNI, se daba tras escenario una batalla campal a escoger entre cual concepto se enfocaba por parte de los cineastas de la Epoca sobre el publico: el de extraterrestres Malos que vienen a destruir o Invadir la Tierra y violar o embarazar a nuestras mujeres, o los llamados “Hermanos Mayores” del contactado George Adamski u otros tantos(ver articulo en esta web) bajando de sus vehículos entregando un mensaje de esperanza y cambio a nuestro casi dado por perdido planeta. Es obvio cual fue y ha sido la eleccion final durante estos ultimos 55 años de cine.
Particularmente tiendo a darle al esceptico la razon la mayoria de las veces, aunque sea yo un creyente, debido a la exagerada intoxicación de la información por parte de los llamados medios masivos sobre el tema OVNI, Extraterrestre o paranormal en general.
Como el enterado lector sabra, el fenómeno OVNI se puede dividir en varias etapas, interesantes cada una de ellas:
A saber la primera etapa parte de finales de la 1era Guerra Mundial (1945-1947) donde surgen los terminos “platillos Voladores”, “Objetos Voladores No Identificados”.
La segunda etapa comienza en los 50 cuando ya se empieza a hablar de un ocultamiento de información por parte de los Gobiernos.
La Tercera etapa inicia en los 70 cuando cambia la perspectiva del fenómeno y se ven involucradas otras variables como los llamados “Contactados”, Eduard Meier, Eugenio Siracusa, los hermanos Paz Wells en el Peru, Enrique Castillo Rincón en Costa Rica, etc. (Ver articulos en esta misma web, en la seccion contactismo).
Sin embargo es aquí historicamente donde se da un factor por demas extraordinario en la investigación, el caso de las llamadas Abducciones o raptos, los que luego al paso del tiempo se han llamado las “Visitas de Dormitorio”. La pregunta seria cual es la diferencia entre un Contactado y un Abducido. En algunos casos no hay mucha diferencia, mientras que en otros la misma es abismal.
En los ochentas se le achaco esta “psico-patia” de abduccion a la exagerada publicidad de películas sobre invasiones, experimentos alienigenas con humanos y demas “programaciones” publicitarias llevadas a cabo por Hollywood para enfocar la negatividad de los llamados extraterrestres. Incluso se formo ya una imagen fisica preconcebida del tipico Extraterrestre: es decir piel grisacea, pequeño, Ojos grandes y oblicuos, 4 dedos largos, cuerpo insectoide, gran cabeza, sin cabello,  y boca y nariz casi nulas.
Sin embargo investigaciones de especialistas como John Mack o Bud Hopkins, dieron un giro de 180 grados aportando incluso pruebas fisicas de esta realidad, aunque en cierta forma ya era tarde, ya que por ejemplo para finales de los 90,  2 de cada 20 norteamericanos creia haber sido raptado por extraterrestres, siendo esta una de los mas grandes temores en masa de todos los tiempos. Dando esta coyuntura la generalizada idea de que todo era un vil invento o producto de una dislocada imaginación.
El contactismo tambien ha dado pie a una mezcla “mortal” de New Age, en donde los extraterrestres cumplen un rol de salvadores, aunque con el tiempo esa concepción se ha borrado de las cabezas de los libres pensadores al pasar ya el año 2000 (el cambio de milenio), pero aun queda el dulce sabor de boca  de “Los Hermanos Mayores”, termino que se acomoda a la perfeccion a nuestra necesidad de que “alguien  de algun lado” nos saque de esta terrible realidad de mundo en la que vivimos. Como veremos mas adelante esta creencia es ridicula por cuanto esta pluralidad de seres tienen una pluralidad de intenciones incluso en un mismo vehículo u OVNI, es decir nada nos garantiza que ellos quieran ayudar a nadie, sino mas bien, ayudar a un proposito superior a ellos mismos.

Posibles Incidentes en la historia

Se ha aventurado la teoría de que la vida en la Tierra fue sembrada por seres superiores. De que a través de muchos ensayos, dentro de una complicada ingeniería genética, esos entes, nuestros dioses, llegaron a la creación de las especies antecesoras de las actuales y del homo sapiens. También se ha hablado de razas gigantes, mencionadas como acabamos de ver, en la Biblia, que un día poblaron la Tierra, procedentes quizá de su interior (razas de cuya existencia hay muchas pruebas) que fueron maestras de la Humanidad o, tal vez, sus precursoras. ¿Somos descendientes de “dioses” y humanos? ¿Somos híbridos? ¿Tratan de cruzarse actualmente esos seres originarios de otro mundo con nosotros?
Como quiera que sea, hay historias, ciertas o no, de seres nacidos de uniones sexuales no naturales. Hace años se publicó un caso de zoofilia, en un pueblo de España, del que resultó el nacimiento de unos niños con cabeza de perro...
La Mitología nos habla de un sinfín de seres de constitución mixta, con caracteres de distintos animales o de animales y humanos. Pasemos una breve revista a los primeros.
En Babilonia, en el pórtico de Ishtar, hay bajorrelieves que representan una especie de dragón, de cuerpo escamoso, fuerte cabello y larga cola. Sus patas anteriores son de león y las traseras de ave; su cabeza es de reptil, con una cresta, y presenta un cuerpo único, recto, como el del rinoceronte. ¿Procede de este monstruo la leyenda del unicornio? ¿O tal vez el unicornio según se representa ha existido realmente?
El profesor alemán Robert Koldewey estudió los posibles orígenes del extraño ser del pórtico de Ishtar y llegó a la sorprendente conclusión de que ese animal pudo haber tenido existencia real... Parece que los sacerdotes lo tenían encerrado en una oscura cueva del templo y que le llamaban sirruch.
La quimera era que un pavoroso ser, de tres cabezas, mezcla de cabra, serpiente y león, y el grifo –que pasó a ser figura heráldica- era híbrido de águila y león.
Están después los caballos alados. Y los leones alados.
¿Hasta dónde llega la leyenda? ¿Dónde empieza la realidad? Como he expresado en anteriores trabajos, estoy convencido, al igual que otros muchos autores, de que la leyenda no es más que el recuerdo alterado, llegado hasta nosotros, de una tangible realidad.
Ambroise Paré cuenta en su libro “De monstres et Prodigues”, que en el mar Tirreno, cerca de la ciudad de Castre, fue capturado un animal con forma de león, cubierto de escamas, que tenía voz parecida a la humana. Fue llevado a presencia del obispo Marcelo, que había de suceder como Papa a Pablo III. Lo condujeron a la ciudad “con gran admiración”. Agrega que murió poco después, al haber perdido su medio natural, según testimonia Philippe Forestus en el tercer libro de sus Crónicas.
Belon,Gerner y Paré, citan a un monstruo marino visto en el Atlántico, de cuerpo similar al de los peces y cabeza, crines y parte anterior de caballo. Al parecer, su representación gráfica fue llevada a Roma, al Papa reinante a la sazón.
El aloés, animal visto “en el mar de la isla Española”, según Thevet (Cosmografía, libro 22, capítulo 12, tomo 2), tenía cabeza parecidos a los de una oca y aletas y cola de pez.
Existen referencias de un hecho increíble: el caso de una oveja que concibió y parió un león. Según Loys Celle, lo leyó en la obra de un reconocido autor.
Y cuentan antiguas crónicas que en Amberes, en 1571, una mujer dio a luz un ser de forma de perro, con cuello muy corto y cabeza de ave. 
Entre los seres, al parecer, fantásticos, híbridos de hombre y animal, se encuentran las sirenas u ondinas, los centauros y los faunos.
Pero ¿cuáles de estas especies o rarezas son simplemente imaginarias y cuáles han tenido una base real? Porque existen muchas historias que parecen probar que no todo es fantasía. La evolución de los seres vivientes sobre la Tierra ha seguido caminos ignorados. Ha habido especies que se extinguieron; otras evolucionaron en forma no siempre conocida por la Ciencia. Y tal vez otras perduraron o se transformaron a partir de su forma original en este mundo o en otro mundo hermano situado bajo la corteza terrestre.
¿Fueron –por otra parte- esos seres mixtos producto de,los ensayos genéticos de seres superiores a nosotros o nacieron, como también se ha teorizado, del cruce de especies distintas, incluida la humana, en épocas en que la Naturaleza, para compensar los efectos de tremendas mortandades debidas a diluvios y otras catástrofes hizo posible la fecundación entre seres diferentes?
Las sirenas figuran en un sinnúmero de relatos y leyendas antiguos, desde los filisteos hasta los habitantes de las islas Hawai. Hablan de ellas, Homero, Platón, Alejandro Magno, Plinio, Paracelso... Su posible existencia ha sido investigada por la ciencia. Se asegura que han sido vistas en muchos mares y en muchas épocas distintas y hasta Cristóbal Colón nos cuenta en su diario que su expedición se encontró con tres sirenas el 8 de enero de 1493.
Se ha escrito que cuando Mena gobernaba en Egipto, un día al amanecer, salió de las aguas del Nilo un monstruo con medio cuerpo de mujer, de largos cabellos y dulce rostro.
Dijo haber visto claramente una sirena el célebre explorador y descubridor inglés capitán Henry Hudson. Y fueron muchos los testimonios que dijeron haber sido seducidos por el canto de la sirena de Lorelei, en una peligrosa zona de arrecifes de un meandro del Rhin.
Cerca de Borneo fue capturado un extraño ser, parecido a una sirena, que vivió cuatro días y siete horas en un recipiente lleno de agua. Lo vio personalmente Miner. Van Der Stell, gobernador de las Molucas, según contó en 1728.
La escultura de una bella sirenita que se admira sobre una roca, en la bahía de Copenhague, no es más que el recuerdo de uno de estos seres misteriosos visto por decenas de marinos, que dio lugar a una investigación de una comisión nombrada por el gobierno danés en 1723, cuyo resultado fue pasmoso: los investigadores aseguraron que efectivamente habían escuchado el canto de una sirena y que, más aún, la habían visto jugueteando entre las olas...
El célebre empresario de circo americano P.T. Barnum  presentó en el verano de 1842 en el Concert may, de Broadway, Ohio, un show en el que se ofrecía a la contemplación de los espectadores ¡una verdadera sirena! De hecho, era  un extraño ser marino que parecía mitad mujer, mitad pez, capturado con red por un pescador chino, que no medía más de medio metro de largo.
Pero no olvidemos a la llamada “sirena de Djíbouti”, que destrozaba las redes de los pescadores y que fue finalmente apresada. Se exhibe actualmente su pretendido esqueleto. Estudiado éste por algunos científicos, bautizaron al extraño ser con el nombre de Ichtyanthropus (mitad pez, mitad especie humana).
El francés Benoît de Maillet sugirió en una obra publicada en 1755 que las sirenas u ondinas pueden ser supervivientes de una raza humana primitiva y señalaba la existencia de las mismas de la Tierra de Fuego a Madagascar.
Hay mitos de hombres-toro, de hombres-lobo, de seres humanos con cabeza de perro, de hombres-leopardo, de hombres-tigre y de hombres-dragón...
Hay historias de centauros, que ocupan muchos siglos, desde Grecia hasta la India, y por lo que respecta a los sátiros o faunos, de cabeza y cuerpo humanos y patas de cabra, han asegurado la realidad de sus existencia Santo Tomás de y San Agustín. Y también San Antonio Abad, el asceta egipcio, creador del espíritu monástico del siglo III, que se encontró en el desierto, cuando hacía penitencia, con un espantable ser de poca estatura, con hocico en forma de bocina, cuernos en la frente y miembros semejantes a las patas de las cabras.
En tiempos de Constantino, un ser de esta misma clase, contemplado por numerosos testigos, fue llevado vivo a Alejandría para su exhibición y, cuando murió, fue embalsamado su cuerpo con sal y presentado así en Antíoco, para que pudiera verlo el emperador. San Jerónimo menciona una criatura semejante. Y el “demonio” que, según Collins de Plancy, se apareció a Abel de Larua, tenía piernas de vaca.
Las “huellas del diablo”, las señales repetidas una y otra vez en la nieve de dos pezuñas, en una región del sur de Devonshire, en Inglaterra, en la noche del 7 al 8 de febrero de 1855, que desasosegaron a los científicos, no fueron las únicas atribuibles a fauno. Se vieron ya huellas idénticas en las arenas de penzance, Cornualles, ¡tras un seísmo! (¿Seres de un mundo interior?) El 15 de julio de 1757; en Escocia, en 1839-1840; en la isla Kerguelén, océano Índico, en 1840; y se han visto en Polonia, en 1855; a lo largo de la costa de Nueva Jersey, en Estados Unidos, entre Newark y el cabo May, en 1908; en Bélgica, en 1945; en la costa oeste de Devon, en octubre de 1950, y en Pe de Garrafa, Brasil, en 1953. El fenómeno ha sido estudiado por Charles Fort, Rupert T. Gould, Bernard Heuvelmans, Erick Franck Russel, William Chapman White, Leutscher, Burton y Jacques Bergier.
En el primer libro del Mahabharata se narra la historia de una mujer soltera llamada Kunti, que mantiene relaciones íntimas con el dios del Sol, con quien tiene un hijo cuya piel brillaba, según parece, como el propio Sol. Kunti, que temía caer en desgracia, colocó al niño en una cesta y le abandonó a la corriente de un río (historia semejante a la de Moisés). Adhirata, un hombre bueno, perteneciente a la casta suta, encontró la cesta y se ocupó de la crianza y educación del pequeño.
Hay una leyenda algonquina según la cual un cazador vio bajar del cielo un día una especie de cesta, en la que había doce doncellas extraordinariamente hermosas, a una de las cuales logró capturar y con la que se unió, teniendo de ella un hijo.
Hay otra leyenda que cuenta lo que pudo ser la unión sexual entre un varón de otro mundo (¿intraterrestre? ¿Extraterrestre?) y una mujer humana. El fruto de esta unión fue un niño que se llamó Robin Goodfellow. Fue en tiempos de Ricardo Corazón de León. Se atribuyó la paternidad a Oberón, el “rey de las hadas”, que se enamoró de una campesina. Se dice que Robin creció, junto a su madre, llegando a ser un hombre robusto y atractivo, de rostro sonriente. Aquellos que le conocieron contaban que había algo especial en él que le distinguía: cierto brillo en la mirada, cierta mueca en los labios que parecían indicar “especiales conocimientos”. Dicen que fue un irresistible amante.
El erudito irlandés Einard Gusmond escribió, según transcribe en la “Saga de Hrolf” el historiador danés Torfeo, del siglo XVII, y según cita también Jacques Vallée, que estaba convencido de la existencia de esos misteriosos visitantes, habitantes de un mundo misterioso; que eran seres materiales, que tenían hijos y que habían dado casos de uniones físicas entre algunas de sus mujeres con varones humanos.
“Las hadas (término con el que se ha identificado en otras épocas a visitantes que no eran de este mundo) son notables por su disposición amorosa –dice William Grant Steward en “The Popular Spuperstitions and Festive Amusements of the Highlanders of Scotland” (1851), ya no se muestran reacias a establecer uniones y conexiones con gente que no puede decirse con propiedad que pertenezca a su propia especie.”
En las informaciones que pudo obtener el investigador Walter Yveling Evans Wentz se indica que los seres del mundo oculto del sexo masculino pueden establecer relación sexual con nuestras mujeres. ¿Es esto igualmente válido en el caso inverso?

¿Sucesos Reales o Imaginarios?

Como vemos los casos de Uniones de tipo sexual entre seres ajenos a nuestra naturaleza es tan vieja como la humanidad misma, claro esta que el punto de vista varia con el conocimiento, la epoca, y el nivel cultural.Sin embargo la verdadera pieza angular de este rompecabezas que presenta el enigma de las abducciones consiste en saber si se trata de eventos reales («actual happenings») o imaginarios («imaginary happenings»). Depende de cuál sea la respuesta que se dé a esta pregunta, que se marquen nuevos rumbos a la investigación ufológica. Si la respuesta es que las abducciones son reales, entonces las implicaciones de ello son enormes: como ya hemos dicho, significaría que un equipo o equipos de entidades de origen desconocido (extraterrestres, ultraterrestres o procedentes de «n» dimensiones), estarían programando a semejantes nuestros, con finalidades que sólo podemos intuir levemente.
En el segundo caso, tal y como insisten autores como el británico Hilary Evans, significaría que centenares –probablemente millares– de seres humanos (por otra parte considerados perfectamente sanos y normales por los psiquiatras y psicólogos) sufren unas alucinaciones que les hacen creer que han sido llevados a bordo de una nave espacial... pese a que en estado consciente no lo recuerden. Tal y como reconocía el ufólogo Richard Hall en 1978 (uno de los más destacados investigadores mundiales del fenómeno OVNI, y gran promotor del clásico grupo de investigación NICAP), «o cientos de personas de todo el mundo están sufriendo de alucinaciones o ilusiones muy similares, y en ese caso el origen de patología tan extendida debe ser estudiado urgentemente, o está ocurriendo algo extraordinario y con amplias implicaciones para la Humanidad». Si las sospechas de Hall fueran ciertas en lo que respecta a la patología de las abducciones, esto apuntará hacia un grave trastorno del psiquismo humano colectivo; hacia ese inconsciente colectivo de que hablaba Jung. Aparte de que es una explicación más alambicada que la primera, quizá resulte más alarmante. Cabe preguntarse entonces, ¿cuál será la causa de esta misteriosa «enfermedad o epidemia psíquica»?
Sin embargo, y contrastando las evidencias que tenemos en pro y en contra de los casos recogidos, creemos que las abducciones reflejan eventos reales. Su misma homogeneidad nos conduce a creerlo así.
Pero es que además, en algunos casos, hay inclusive pruebas físicas: huellas en el suelo en el lugar de la presunta abducción, heridas y señales en el cuerpo de los abducidos, etc. Recordemos el caso del vigilante nocturno Fortunatto Zanfretta. Fortunatto es lo que, en pocas palabras, podría considerarse el «prototipo» del abducido: joven, sano, equilibrado, de alto coeficiente intelectual, sencillo y abierto. Y quizá sea quien bata el récord de abducciones: seis veces, por los seres gigantescos que él califica de «horrendos». La abducción se iniciaba, para Fortunatto, con un silbido agudo que sentía en el interior de la cabeza, acompañado de una fuerte queja. Acto seguido perdía el control de su vehículo, un automóvil provisto de radio, y era llevado a lo alto del Monte Marzano en un tiempo sorprendentemente corto. Para comprobar si el coche había sido llevado por el aire, los compañeros de Zanfretta, pertenecientes –como él mismo– a la empresa de seguridad genovesa «Val Bisagno», colocaron cuatro alambres en las cuatro ruedas de un nuevo vehículo que prepararon para Zanfretta –sin que éste lo supiese–; estos alambres unían las ruedas al chasis, y se romperían ineludiblemente si el vehículo fuese alzado materialmente.
Cuando Zanfretta comunicó angustiado por radio que había perdido el control del coche y que «se lo llevaban», sus compañeros partieron aquella noche en su busca encontrándolo, como siempre, en lo alto del Monte Marzano, desvanecido, con el rostro congestionado. Además, como también sucedió las veces anteriores, el techo de su vehículo estaba ardiendo –pese a que la temperatura invernal ambiente era de un grado sobre cero– y... los cuatro alambres que habían colocado previamente los desconfiados compañeros de Zanfretta, aparecieron rotos..
Además de estas incuestionables pruebas circunstanciales de la realidad de la abducción, no faltan investigadores como Am Druffel o el propio Hopkins que están trabajando sobre «pruebas» más sutiles, destinadas a demostrar que la coherencia interna entre relatos de abducción acontecidos en puntos muy distantes del planeta, es abrumadora. Hopkins aseguraba que «actualmente estoy trabajando en una serie de símbolos muy particulares que estos sujetos (los abducidos) han visto dentro de las naves, y que los abducidos ven una y otra vez. Son idénticos en casos y casos. Mantengo esto en secreto –añade–, porque resulta un trabajo fácil comprobar esos símbolos con los de nuevos casos».
La psicóloga Susan Blackmore asegura que las experiencias de abducciones pueden ser inducidas mediante estimulación de los lóbulos temporales. Esta teoría fue demostrada por un equipo de investigación en Canadá, el cual diseñó un aparato generador de un campo magnético que, aplicado a la parte posterior del cerebro, simulaba la experiencia de un secuestro alienígena en alguien que jamás había pretendido ser víctima de uno.
Albert Budden, autor de Alergias y Alienígenas, está convencido de que este tipo de experiencias tiene su causa en la contaminación electromagnética. Budden cree que la radiación electromagnética en la atmósfera es lo suficientemente fuerte como para afectar a los lóbulos temporales de los cerebros. "Es evidente -dice- que los abducidos son hipersensibles a la electricidad, y sus experiencias son un síntoma de sus reacciones alérgicas causadas por la exposición a los campos electromagnéticos del medio ambiente.
Pero ninguna de estas teorías impresiona a investigadores como Budd Hopkins, Jacobs o Mack. Para ellos, la evidencia de las abducciones reduce a la nada las razones de los escépticos. Los investigadores están de acuerdo en que en el caso de Travis Walton no padecía ninguna enfermedad mental cuando fue abducido, como se vera mas adelante. Los lóbulos temporales y la imaginación superactiva no pueden explicar las cicatrices de los abducidos, ni los implantes extraídos de sus cuerpos. En la actualidad, los ufólogos están desarrollando la teoría de que los cadáveres descuartizados de ganado representan nuevas evidencias de experimentos realizados por los alienígenas.

Segunda parte del artículo Aqui...

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