El Sr. Esteban Rojas, el día 14 de noviembre, me hizo llegar el siguiente email:
Buenos días
El día de hoy tomé esta fotografía, cuando la tomé no me percate de nada extraño pero al momento de verla si vi un objeto extraño en el cielo.
Adjunto para verificación de la misma
La toma en cuestión es bastante curiosa, algunos filtros y data que apliqué a la misma. En un acercamiento inicial de 300% se puede ver un objeto en apariencia alargado, con una particularidad y es la reflexión de la luz en el cuadrante inferior izquierdo del mismo, lo hace sospechar que se desplazaba hacia la derecha del cuadro, esto por la incidencia de la luz en el resto de elementos de la toma:
El objeto NO es simétrico exacto, presenta irregularidades en el segundo y tercer cuadrante, lo que podría deberse a un movimiento irregular del mismo sobre el desplazamiento:
En los filtros de inversión de curvas y solarización y búsqueda de bordes, podemos ver claramente los contornos del mismo y la incidencia de la luz del entorno en sus superficies:
Por último podemos ver en la prueba de ELA (error level analysis) y en la metadata EXIF (fue tomada a las 7:11 AM) que el objeto es sólido, real y no hay pixeles ocultos, modificados ni alterados:
Datos EXIF y GPS:
Como conclusión solo podemos verificar que el objeto está presente en la toma, con coordenadas de GPS, niveles normales de pixelage, no hay modificación ni alteración de la toma digitalmente y el objeto se desplazaba de izquierda a derecha, y presenta difuminado y bordes irregulares debido a ese desplazamiento. A opinión personal no hay forma de concluir efectivamente de que se trate, pero bien podría ser un ave fuera de foco, a pesar de que no aparezca en otros cuadros tomados en ese mismo momento, el problema principal con este tipo de tomas es la no observación del testigo sobre el objeto en la toma en el momento, lo que lo hace fortuito y sujeto a interpretación, criterio diferente sería si el objeto haya sido visto por el testigo presencial. La toma es muy interesante a pesar de ello.
Este famoso contactado norteamericano, había sido profesor de Filosofia y Ciencias hasta el año 1.939. Pero en 1.946 deja la enseñanza y se convierte en director del restaurante Palomar Gardens, en el famoso Monte Palomar. Sus buenas relaciones con la dueña del restaurante, Alice Wells, le permitieron un trabajo cómodo. Dejándole la suficiente libertad, para investigar de un modo progresivo y regularlos fenómenos de la Astronomía y los platillos volantes.
“Vimos en el cielo lo que parecía una masa de nubes escarlata, similares a terribles llamas de un fuego ardiente. De ésta masa salieron relampagueando Muchos objetos fulgurantes, y tremendos rugidos... Y se vieron cientos de ruedas de fuego”.
Como muchos sabréis, este fin de semana pasado me fui a Pirineos a un seminario con Sixto Paz. La organizadora había recibido varias “comunicaciones” en el sentido de que habría un avistamiento y ese fue el motivo de que se montara todo el tinglado, que hizo venir a gente desde Francia, Alemania, Suecia, Colombia, Méjico e Inglaterra, entre otros lugares.