POEMA PARA UN ALMA DESPIERTA
No intentes cambiar a nadie,
limítate a iluminar…
porque es tu luz la que invita
a tu prójimo a cambiar…
Que en estos tiempos extraños
en que elegiste volver,
tu tarea, compañero,
no es otra que la de “ser”.
Y si él o ella,
que va a tu lado
se encuentra dormido,
respetemos su desarrollo
y su aparente retraso…
Contémplalo con ternura
y acéptalo tal cual es,
y déjalo que prosiga
marchando sobre sus pies.
No te olvides que él está
siguiendo su “plan de vida”:
ese que le armó su alma
al preparar su venida.
Y tú no puedes lograr
que eleve sus vibraciones,
ni con presiones abiertas
ni sutiles empujones….,
Porque hay ciclos en la vida
que no se pueden forzar:
¡Ya su corazón un día
Se abrirá de par en par!
Y entenderá cabalmente
de forma clara y certera,
que esta vida es solamente
una ilusión pasajera…
Tú entra en tu propio silencio,
y en forma suave y callada,
deja que tu luz interna,
se filtre por tu mirada,
cuando lo mires con amor.
Tu impronta suave y serena
produce su propia acción,
y esparce sobre las personas
tu silenciosa inspiración…
Y cuando dejas que el otro
transmute su propia luz,
no intentas cambiar a nadie…
¡Pero los cambia tu Luz
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