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Estigmas - Misterio paranormal o poder mental

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Hace unos años tuve la oportunidad de conocer y saludar a uno de los personajes mas polemicos de las ultimas decadas, me refiero al estigmatizado Giorgio Bongiovanni, (mas información aquí) Italiano actualmente radicado en Sudamerica que ha hecho pensar a los mas fervientes sobre el misterio de los mensajes de entidades aparentemente divinas y su relacion con los tiempos actualmente vividos por nuestra humanidad. En este articulo hare un breve repaso por este misterio, estas “señales” que brotan de la iconografia cristiana desde hace siglos en los cuerpos de hombres y mujeres,  y que han servido para la conversion de muchos a una vida diferente.

Recopilacion de Alexis Astua

La estigmatización es un acontecimiento / fenómeno que todos los interesados en los temas paranormales suelen relacionar con hechos religiosos. La estigmatización suele ser manifestada por medio de lesiones abiertas en la piel con exudación de sangre o líquido seroso, o excrecencias del tejido conjuntivo.
Catalogado casi por unanimidad por muchos estudiosos como un fenómeno de Misticismo, la estigmatización manifiesta en cada testigo viviente, las heridas de la Pasión de Jesucristo – heridas, llagas, etc... –, las heridas de guerra del Profeta en el caso de los mahometanos, marcas "diabólicas" en los supuestos brujos – arañazos, formas de garra, excrecencias, rasguños, mordeduras –, y formaciones estigmáticas a voluntad del experimentador en las estigmatizaciones "metapsíquicas"
La "estigmatizada" Madame Kahl era capaz de escribir en su carne bajo un fenómeno denominado dermografismo y que era inherente a su mente, conformándose en un fenómeno paranormal.
Generalmente se manifiestan en sujetos entregados a una vida intensamente espiritual y sumamente mística, pero se pueden hallar también en otros individuos. Suelen ser personas de profunda religiosidad, obsesionadas por las llagas de Cristo y por sufrir su dolor. Los profundos estados de éxtasis que se producen durante sus meditaciones podrían generar una situación de autosugestión capaz de somatizar su experiencia psíquica.
El fenómeno de los estigmatizados se ha presentado alrededor del mundo, en países como Estados Unidos de América, Italia, Francia, España, Inglaterra o Alemania. En la historia de la Iglesia se conocen más de 350 casos y setenta y dos de ellos han sido declarados santos. La Iglesia suele distinguir entre estigmas divinos y estigmas diabólicos, dependiendo de la santidad del protagonista del fenómeno en cada caso o de la vida que ha llevado, al igual que de las características que rodean el fenómeno al momento de manifestarse. El sangramiento es común, al igual que la debilidad y la depresión puede caracterizar el período inmediatamente anterior a la aparición de los estigmas. Un hecho curioso de este fenómeno es que su aparición suele corresponderse con la pasión de Cristo durantes los días de la Semana Santa, desapareciendo una vez terminadas estas fechas.
Su existencia está tan bien fundamentada históricamente que, por regla general, ya ni siquiera la cuestionan los no creyentes, quienes ahora solamente buscan darles una explicación natural. Así, ya el médico librepensador, Dr. Dumas, profesor de psicología religiosa en la Universidad de la Sorbona, claramente admite los hechos (Revue des Deux Mondes, 1 de mayo, 1907), del mismo modo como lo hace el Dr. Pierre Janet (Bulletin de l'Institut Psychologique International, Paris, Julio, 1901).
Es común que los estigmatizados en cierto momento de su vida empiecen a notar enrojecimientos sobre la palma de sus manos, los cuales con el tiempo se acentúan, hasta formar en algunos casos alteraciones cutáneas parecidas a cicatrices o quemaduras detectables con extrema facilidad y sin duda alguna.
Los estigmas no son heridas corporales usuales, ya que la sangre parece emanar a través de la piel, se producen abundantes hemorragias que no tienen explicación debido a que estas heridas se encuentran a flor de piel, lejos de los grandes vasos sanguíneos. Otra característica es que no se deterioran en la forma usual de las heridas comunes, no supuran, la sangre es limpia y pura, y tampoco se curan por remedios ordinarios ni son susceptibles de tratamiento médico.

Nunca cicatrizan, esto no implica que cualquier otra herida que se haga el afectado por estigmatización no cicatrice normalmente. Es más el mismo padre Pio uno de los estigmatizados más famosos de la historia en cierta ocasión fue operado y tras la cirugía su recuperación fue satisfactoria y dentro de la total normalidad.
Muchos estigmatizados reportan visiones de Cristo y ángeles, conversaciones con Dios o algún personaje religioso de la religión católica, así como la percepción de extraños olores, se dice despreden un olor similar al de los pétalos de rosas, fenomeno similar al que se presenta en las llamadas imagenes sangrantes (ver articulo aqui) o apariciones de seres suprafisicos.
Segun cataloga la Iglesia cristiana, se han  establecido criterios para determinar la autenticidad de los estigmas. Algunos son:

  • Las llagas deben estar localizadas en los lugares de las cinco llagas de Cristo.
  • Los estigmas no se infectan.
  • Aparecen espontáneamente en el cuerpo mientras la persona está en éxtasis.
  • No ceden ante el tratamiento médico.
  • Sangran copiosamente y por largos períodos.
  • Están acompañados de fuertes dolores tanto físicos como morales, la falta de dolor pone en duda la autenticidad de los estigmas porque, de ser auténticos, son participación en los sufrimientos de Cristo.
  • Los estigmas auténticos no se pueden explicar por causantes naturales.

El Dr. Imbert contabiliza 321 estigmatizados en los que se dan todas las razones posibles para pensar que se trata de una acción divina. Cree él, además, que se podrían encontrar más investigando en las bibliotecas de Alemania, España e Italia. En sus listas se hayan 41 varones. Hay 62 santos o beatos, de ambos sexos, de los cuales los de más renombre (que suman 26) son:

  • San Francisco de Asís (1186-1226);
  • Santa Lugarda (1182-1246), una monja cisterciense;
  • Santa Margarita de Cortona (1247-97);
  • Santa Gertrudis (1256-1302), una benedictina;
  • Santa Clara de Montfalco (1286-1308), una agustina;
  • Santa Angela de Foligno (fallecida en 1309), una terciaria franciscana;
  • Santa Catalina de Siena (1347-80), una terciaria dominica;
  • Santa Liduvina (1380-1433);
  • Santa Francisca Romana (1384-1440);
  • Santa Coleta (1380-1447), franciscana;
  • Santa Rita de Casia (1386-1456), agustina;
  • Beata Osana de Mantua (1499-1505), terciaria dominica;
  • Santa Catalina de Génova (1447-1501), terciaria franciscana;
  • Beata Bautista Varani (1458-1524), clarisa Pobre;
  • Beata Lucía de Narni (1476-1547), terciaria dominica;
  • Beata Catalina de Racconigi (1486-1547), dominica;
  • San Juan de Dios (1495-1550), fundador de la Orden de la Caridad;
  • Santa Catalina de Ricci (1522-89), dominica;
  • Santa María Magdalena de Pazzi (1566-1607), carmelita;
  • Beata María de la Encarnación (1566-1618), carmelita;
  • Beata (Santa, N.T.) Maríana de Jesús (1557-1620), terciaria franciscana;
  • Beato (San, N.T.) Carlos de Sezze (f. En 1670), franciscano;
  • Beata (Santa, N.T.) Margarita María Alacoque (1647-90), visitandina (que únicamente tenía la corona de espinas);
  • Santa Verónica Giuliani (Julianis, en español, N.T.) (1600-1727), capuchina;
  • Santa María Francisca de las Cinco Llagas (1715-91), terciaria franciscana;

Hubo 20 estigmatizados en el siglo XIX. Los más famosos fueron:

  • Anne Catherine Emmerich (1774-1824), agustina;
  • (Beata, N.T.) Isabel Canori Mora (1774-1825), terciaria trinitaria;
  • Anna María Taigi (1769-1837);
  • María Dominica Lazzari (1815-48)
  • María de Moerl (1812-68) y Luisa Lateau (1850-83), franciscanas.

Casos mas Célebres de Estigmatizados

  • Santo padre Pío de Pietrelcina: Se llamaba Francisco Forgione. Sin duda el estigmatizado mas sobresaliente del siglo XX. Un día escuchó una voz proveniente del tabernáculo: "serás afligido, coronado con espinas y clavado en la cruz como San Francisco".
    En Pietrelcina celebraba misas que a veces duraban 4 horas. Allí comienza a correr la fama de fraile "distinto". A veces caía de bruces en las gradas del altar, en éxtasis, no sabiendo explicar que le había sucedido. En la mañana del viernes 20 de septiembre de 1918, rezando delante del crucifijo del coro de la vieja iglesia, recibió los estigmas, que quedaron abiertos, frescos y sangrantes por medio siglo. Popularmente conocido como Padre Pío, recibió los "atributos" de su estigmatización mientras celebraba una misa... cayó al suelo y de su cuerpo comenzó a manar abundante sangre... los estigmas de Cristo habían aparecido. Tras esto otros fenómenos se dieron en el Padre Pío tales como la bilocación, levitación, hipertermia (temperatura más elevada de lo usual), xenoglosia (hablar otras lenguas sin haberlas estudiado), inedia (baja alimentación, unas 250 calorías diarias), grandes sufrimientos, éxtasis, lectura de pensamiento, videncia, acción sobre la Naturaleza, fenómenos luminiscentes (según el profesor Romanelli sobre su pecho se podían apreciar emanaciones lumínicas), fragancias, ectoplasmias, sanación como las famosas devoluciones de vista a Gemma di Giorgi u obreros accidentados. Se trató de cubrir de controversia el caso del padre Pío aduciendo que la causa de sus estigmas se debía al uso de ácido nítrico (evidentemente quién propuso esto no sabía demasiado de química y sus efectos...). El Padre Pío perdía alrededor de 100 gramos de sangre diarias en sus llagas abiertas. Fallecido el 23 de Septiembre de 1919 su caso es objeto de estudio en pro de su santidad.
  • San Francisco de Asís: Nace en Asís, una ciudad sobre la ladera del monte Subasio (Italia) en 1181. Su madre lo bautizó Juan, pero su padre lo cambió por Francisco. Pertenecía a una familia dedicada al comercio de telas. Era un joven ardiente y ávido de novedades, con gustos muy mundanos. Durante un tiempo fue soldado pero un sueño le advirtió que no era su camino. Peregrinó a Roma y oyó que el Señor le pedía reparar su casa. Renuncia a todos sus bienes, desafiando a su padre Pedro Bernardone que tenía pensado su futuro como comerciante. Vive un tiempo en soledad y luego funda con 12 compañeros la Orden de Frailes menores (franciscanos) que fue aprobado por el Papa Inocencio III en 1209. La orden crece rápidamente ( a los diez años de fundada contaba con 5000 miembros). Le cabe el dudable honor de ser el primer santo cristiano al que le surgieron los estigmas de Cristo. Dos años antes de su muerte, en el año 1224, el día de la Santa Cruz (14 de Septiembre), San Francisco se hallaba rezando con los brazos extendidos pidiendo a Dios sentir el Amor... "la llama de la devoción creció de tal forma en él que, por exceso de su amor y de su compasión, sintiose transformado completamente en Jesús" y tras ellos "en sus manos y pies comenzaron a aparecer las señales de clavos tales como acababan de verlas en el hombre crucificado sobre él... y en el costado del santo, del que se habría dicho que había sido herido por un lanzazo, se había formado una llaga que sangraba con frecuencia, hasta el punto de que su túnica y sus calzas se veían a menudo mojadas por aquella sangre sagrada..." Relato de Celano. Prosigue San Buenaventura: "Las cabezas de los clavos redondas y negras, estaban en el interior de las manos y en la parte superior de los pies; las puntas, que eran algo largas y que aparecían en el otro lado, se curvaban y sobresalían del resto de la carne. Se podía pasar un dedo entre la cabeza de aquellos clavos de carne y la palma de la mano; cuando se apretaba una de sus extremidades, se veía como se levantaba la otra. A las muerte de su padre más de cincuenta hermanos, la virgen Clara y sus hermanas pudieron ver los estigmas sagrados". Relatos elocuentes que nos describen a la perfección los brotes carnosos y negruzcos que aparecían y desaparecían de las manos y pies del santo y que nos recuerdan a la visión de clavos. San Francisco también mostraba una llaga roja en el costado como si hubiera sido atravesado por una lanza...
  • Teresa Neumann (Konnersreut, Alemania). Es la estigmatizada del siglo XX por excelencia, fallecida el 18 de Septiembre de 1962, no sólo presentaba los estigmas clásicos ya descritos en los casos anteriores sino que además lloraba sangre, no comía, poseía dotes clarividentes, xenoglosia, bilocación y telepatía... "Se ofreció a mis ojos un espectáculo inolvidable. La muchacha se incorporó en las almohadas, con los brazos extendidos en un gesto de imploración. En las manos brillaban los estigmas. Su rostro se veía contraído por el sufrimiento. Retorció sus manecitas descoloridas como si su cuerpo se desgarrara... Con los ojos dolorosamente cerrados, la sangre seescapaba a lo largo de su desfigurado semblante; al principio fueron sólo algunas gotas; al fin brotaron dos amplios chorros, que se expandieron a lo ancho de sus mejillas. Mil impresiones pasaban y repasaban por los largos contraídos, que se hundían bajo la huella de cosas espantosas, hacia las cuales se tendía el ansioso semblante. Su cuerpo era sacudido por escalofríos, veía la flagelación del Señor; y de pronto, en el momento en que le colocaban la corona de espinas, se abrieron las llagas de la cabeza y tiñeron de rojo la almohada. Dolorosamente, se llevó las manos a la cabeza, a fin de quitarse inmediatamente las espinas clavadas", testimonio del doctor Reissmann. Teresa Neumann sufrió y padeció una extraña enfermedad provocada por una luxación en la espina dorsal cuando participaba en las tareas de extinción de un incendio en una fábrica cercana. Tenía veintiún años de edad y era el comienzo de todos sus padecimientos posteriores que la tuvieron postrada en la cama casi por toda su existencia. El día de la beatificación de Santa Teresa de Lisieux (24 de Abril de 1923) sufre la aparición de esta santa. Cinco días más tarde recobra la vista. El 30 de Septiembre vuelve a tener otra visión y comienza a caminar. El 7 de Noviembre tras un ataque de apendicitis ve como todo dolor remite tras una nueva aparición de la santa. En las vísperas de Pascua de 1926 sufre las primeras estigmatizaciones. El 18 de Septiembre de 1962, tras una vida llena de fenómenos inexplicados relacionados en su mayoría con la Estigmatización, nuestra protagonista fallece víctima de un ataque cardiaco. Curiosamente, tras cinco días de ser expuesta a los "fieles" y seguidores, su cuerpo no se descompone. Actualmente se estudia su beatificación.
  • Santa Rita: Nace en Roccaporena, cerca de Casia ( Italia ) en 1383. Su verdadero nombre era Margarita, como diminutivo se usó Rita. A los 15 años quiso ser religiosa, pero sus padres no se lo permitieron y la casaron contra su voluntad con un joven violento con el que estuvo casada 18 años con el cual tuvo dos hijos. Su marido muere asesinado y sus dos hijos deciden vengarlo. Rita pide a Dios que prefiere que El se los lleve antes de verlos asesinos. Los jóvenes se enferman y mueren. En 1413 entra en el convento de los Agustinos de Casia. Es un caso verdaderamente increíble porque la herida de su frente presentaba además de sangre, pus, despidiendo olores nauseabundos que luego se convierte en nido de gusanos blancos. Pasó sola semanas ya que las otras religiosas le huían por el aspecto de su frente y aparecía en público sólo para comulgar.
  • Ana Catalina Emmerich (de Septiembre de 1774, Flamshe, Westfalia, Alemania). Desde muy pequeña mostró dotes clarividentes pero fue a la edad de veinticuatro años cuando "recibió" los estigmas del cristianismo. Heridas que representaban la coronación de espinas, llaga torácica en forma de cruz, llagas en pies y manos y en el costado derecho... Todo ello certificado por el doctor Wisener en examen médico realizado el 22 de Marzo de 1813. Desde Münster fue enviado un equipo médico por la autoridad eclesiástica que tras diez días de examen certificó la autenticidad de dicho fenómeno. Herr Medizinrat Von Drüffel, dos médicos de Dülmen y seis acompañantes, entre ellos un protestante, describen bajo declaración estos hechos:

Doble cruz del pecho sangra regularmente todos los Miércoles; las otras llagas, el viernes y la franja de la frente, con mayor frecuencia. La cruz y la herida del costado aparecen sobre una extensión de piel desprovista de lesión y la sangre mana de ellas como la transpiración por los poros. Desde el Viernes Santo hasta Pascua, la sangre fluye a borbotones y los estigmas las hacen sufrir intensamente.  Las llagas vendadas por la fuerza durante siete días y siete noches permanecen en las mismas condiciones, no mejoran, no empeoran ni supuran. La misma observación después de un enyesado de veinticuatro horas. Durante los últimos cuatro o cinco días, la inválida no ha ingerido nada, con excepción de agua y jugo de una manzana o ciruela cocida que su estómago rechazó inmediatamente.  Casi todos los días, tiene éxtasis en los cuales permanece rígida como la madera, con los ojos herméticamente cerrados, aparentemente sin vida. Su rostro conserva siempre el mismo color y ella muestra una incomprensible sensibilidad a la bendición de un sacerdote o a la presencia de objetos consagrados. A veces muestra un sorprendente conocimiento del futuro propio y de sus más allegados. En ocasiones parece leer en el corazón de las personas. La paciente ha sido observada de manera continua durante diez días consecutivos, noche y día, por personas de confianza, de acuerdo con las autoridades eclesiásticas. Estos observadores han testimoniado unánimemente que nada se ha hecho en las llagas, que la paciente no ha tomado más que agua y que no ha habido evacuación alguna. Esta última circunstancia ha sido observada durante los últimos cuatro meses. La opinión médica dice textualmente: "En el campo de la experiencia médica y física, los fenómenos observados en el cuerpo de la joven monja señorita Emmerich son de un carácter tan excepcional que no existe ley conocida de la Naturaleza que pueda dar una explicación plausible".

  • Santa Catalina de Ricci, cuyos éxtasis empezaron cuando tenía veinte años (1542), y la Bula de su canonización afirma que se repitieron por doce años con puntual regularidad. Los éxtasis duraban exactamente veintiocho horas, desde el mediodía del jueves hasta las cuatro de la tarde del viernes, con una interrupción para que la santa pudiera recibir la SantaComunión. Catalina conversaba en voz alta, como quien escenifica un drama. El drama estaba dividido en 17 escenas. Al volver del éxtasis, la santa aparecía con sus extremidades cubiertas de heridas causadas por látigos, cuerdas, etc.

Lo que dice la Ciencia

Una de las tantas teorías que intentan explicar el origen de los estigmas es la idea de que los estigmatizados se hallan psíquica y emocionalmente unidos a sus creencias religiosas y a los estados mentales que experimentan durante el éxtasis. De esta forma es posible que su mente influya sobre sus organismos hasta el punto de provocar heridas sangrantes que se corresponden con su fe en Cristo.
En toda la fenomenología típica de los estigmatizados no se puede excluir la aportación de los mecanismos inconscientes y psicodinámicos que pueden ser también activados por medio del histerismo o de la hipnosis. En muchas ocasiones se ha probado que los estigmas pueden ser inducidos mediante hipnosis, la cual permite adormecer nuestro estado consciente, dejándonos vulnerables a cualquier sugestión.
La autohipnosis es básicamente lo mismo excepto por el hecho de que la persona se induce a sí misma ese estado en lugar de ser otra persona quien lo provoque. Son los estados de éxtasis que ocurren en los arrebatos religiosos de los estigmatizados los que llevan a algunos a considerar que los coloca en un estado autohipnótico que haría surgir el fenómeno en sí mismo.
Así pues, las posturas más ortodoxas suelen rechazar la intervención divina, aludiendo también que las llagas de las manos se presentan en lugares incorrectos. Es por ello que la postura más radical es la que niega el fenómeno tratándolo sencillamente de impostura y considerando como explicación que los pacientes se causen las heridas a si mismos, fraudulentamente o en estado de inconsciencia.
Sin embargo, en la mayoría de los casos estudiados, los médicos siempre han tomado las debidas precauciones para prevenir esto, procediendo muy estrictamente. En ocasiones, el paciente ha sido observado día y noche; en otras, se le han cubierto las extremidades con vendas selladas. Por lo cual, aunque han existido ejemplos de simulación, ésta no puede atribuirse a todos los casos. La mayoría de los médicos y científicos que han estudiado casos de estigmatizados, están convencidos de su autenticidad, y es que si bien se desconoce el origen de estas heridas, se tienen pruebas de la realidad del fenómeno.
Se puede argumentar que minimizamos indebidamente el poder de la imaginación, ya que ésta, unida a una emoción, puede producir sudor y, así como la simple idea de tener un caramelo en la boca produce abundante salivación, también los nervios, influenciados por la imaginación, pueden producir la emisión de un líquido y éste puede ser sangre. La respuesta a eso es que en las instancias mencionadas existen glándulas (sudorífera y salival) que en su estado normal segregan un líquido especial y es fácil comprender que la imaginación puede causar dicha secreción; pero los nervios adyacentes a la piel no terminan en glándulas que emitan sangre, y sin tal órgano no pueden producir el efecto en cuestión. Lo que se ha dicho de las heridas de los estigmas se aplica por igual a los sufrimientos. No hay prueba alguna experimental de que la imaginación pueda producirlos, especialmente en su forma violenta.
Otra explicación de tales fenómenos es que los pacientes se causan las heridas a si mismos, ya fraudulentamente, ya en estado de inconsciencia o durante ataques de sonambulismo. Sin embargo los médicos siempre han tomado las debidas precauciones para prevenir esas causas de error, procediendo muy estrictamente, sobre todo en los tiempos modernos. En ocasiones, el paciente ha sido observado día y noche; en otras, se le han cubierto las extremidades con vendas selladas. El Sr. Pierre Janet colocó el pie de un estigmatizado en un zapato de cobre que poseía una ventana a través de la cual se podía observar la herida sin permitir que nadie la tocara (op. cit. supra).

Conclusion

El fenómeno de la estigmatización si no es provocado o fraudulento, como fenómeno, debe de ser aceptado como auténtico, pero teniendo posteriormente muy en cuenta su naturaleza. No es objetivo certificar la autenticidad de unas heridas y de inmediato certificarlo como fenómeno paranormal, no, hay que buscar causas que expliquen ese fenómeno y una de esas se halla en la cabeza del estigmatizado y una de ellas puede ser la SUGESTIÓN. ¿Qué algunas estigmatizaciones son ciertas? Nadie en este informe dice lo contrario, tan sólo tratamos de atender aquellas que se nos presentan y son objeto de nuestro estudio, siendo el fenómeno de la sugestión un hilo por donde comenzar y que nos puede llevar – ¿por qué no? – a un fenómeno místico moderno o paranormal. No se niega nada, se estudia todo, pero con un mínimo de criterio y rigor, sin dejarse arrastrar por espectacularidades o falsas expectativas creadas.
Desde un punto de vista objetivo y científico observamos algo: si un estigmatizado manifiesta las heridas y llagas de Jesucristo en la Pasión, ¿cuál es el motivo por el que están mal ubicadas? Si muestra las heridas de Cristo ya que El se las ha concedido como "premio" a su FE, ¿por qué están mal colocadas? ¿Por qué razón se presentan en las palmas de las manos y la corona de espinas si hoy sabemos con absoluta certeza que Jesús fue crucificado por el espacio de Destot cerca de las muñecas y que portaba un casco de espinas y no una corona? Nadie mejor que El para enviar los estigmas en su sitio... a no ser que el fenómeno de estigmatización tenga poco que ver con un hecho místico-religioso y mucho con uno mental, respondiendo precisamente a una referencia imagen mental del protagonista que por medio de sugestión – u otros medios... – trasmite a su cuerpo. El estigmatizado Italiano Giorgio Bongiovani respondiendo a esta interrogante acotaba que el fenomeno pertenece a una iconografia cristiana que viene desde practicamente los primeros siglos del cristianismo, “es solo una representacion” decia. Y tiene logica, puesto que mas bien parece ser un mensaje dirigido a un sector de la poblacion que una prueba cientifica de la pasion y crucificcion del Jesus historico. Sin embargo eso no explica el enorme ascervo paranormal que rodea el misterio del estigmatizado, como los “Dones” manifestados por muchas de estas personas. En fin, es un enigma que quedara en el misterio hasta que la ciencia avance un paso mas en el entendimiento de lo divino o metafisico.

Fuentes y enlaces relacionados
www.formarse.com.ar
www.sagradoweb.com
http://www.alterguia.com.ve/ENIGMAS/estigmas.htm
www.enciclopediacatolica.com

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